Escena en resina bien proporcionada y cuidada en cada mínimo detalle que representa a un soldado junto a su caballo. El animal es sorprendentemente realista, tanto que se pueden notar en relieve todos los pliegues de su piel y cada hebra de su crin, está decorado con la silla y unas bridas de cuero finamente reproducidas en la cabeza. Los colores y los detalles del soldado atraen inmediatamente la atención, lleva una capa roja y un casco dorado con cresta roja coordinada, una espada apoyada al costado y su rostro reproduce perfectamente la expresividad del rostro humano. La escena descansa sobre una base de resina que reproduce un terreno herboso.

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